Comentario de Darío Fo, Dramaturgo Italiano.--
¿Y el agua? ¿Desde qué punto la trata? ¿Cómo la aborda usted?
La consecuencia de todo este calentamiento es que hay ríos que están desapareciendo de la faz de la tierra. Sabemos también lo que está pasando con los mares. Los científicos hablan de que en los próximos años el nivel del mar aumentará hasta los 20 metros. En 2050, la mitad de la superficie del planeta estará cubierta por el agua. Incluso los glaciares se están deshaciendo. En poco tiempo, el mar estará muerto. Ahora bien, si yo sólo hablara de esto sobre un escenario, la gente se levantaría y se iría, por una simple razón: la gente no quiere preocupaciones, sino esperanza. Por eso, este espectáculo es una sátira sobre los problemas que le están sucediendo a la Tierra. El fin es que la gente se ría, ya que, como dijo Molière: “Para que a la gente se le abra el cerebro no hay que dispararles flechas al cráneo, sino abrirles la boca, para que por ahí les entren las ideas y les lleguen hasta el cerebro”. La provocación, la risa, es la razón de ser de la desgracia.
Atendamos la provocación que nos lanza este dramaturgo. No se puede nadie callar, porque no somos muertos. El que se calla pierde la vida, porque no hay vida muerta.
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